La seguridad como derecho fundamental de las personas mayores

Josep Paris. Enfermero especialista en geriatría, director de desarrollo de Mémora y vicepresidente de la Fundació FiraGran reflexiona sobre la necesidad de garantizar la seguridad de las personas mayores porque es un deber ético y social que contribuye a mejorar su calidad de vida y a brindarles el respeto y la consideración que merecen.

Josep Paris Mémora Firagran

El derecho a la seguridad es fundamental para todas las personas, independientemente de su edad, género, raza, origen étnico, nivel socioeconómico o cualquier otra característica personal. Este derecho se encuentra reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como en muchos otros instrumentos internacionales y nacionales de derechos humanos. 

En el caso de las personas mayores, la seguridad se convierte en un aspecto crucial, ya que pueden ser más vulnerables debido a su edad y, en algunos casos, a su estado de salud. La seguridad, en este sentido, no solo se refiere a la seguridad física, sino también a la seguridad emocional y psicológica. 

Los mayores pueden enfrentar diferentes tipos de riesgos, como caídas, robos, maltrato, abuso y negligencia, entre otros. Por ello, es importante implementar medidas específicas que garanticen su protección integral, tales como programas de atención domiciliaria, servicios de atención médica y de enfermería, y servicios de asistencia social y psicológica. 

Asimismo, es importante que la sociedad en su conjunto tome conciencia de la importancia de garantizar la seguridad de las personas mayores. De esta manera, se contribuye a mejorar su calidad de vida y se les brinda el respeto y la consideración que merecen por haber contribuido al desarrollo de la sociedad. 

Es necesario que las políticas públicas estén diseñadas con el objetivo de garantizar la seguridad este colectivo que en España representa casi el 20% de la población, y que se promueva su participación activa en la sociedad. También es importante que se fomente la inclusión social y se evite la discriminación en todas sus formas. 

Por otra parte, la seguridad de nuestros mayores también puede estar en riesgo en el entorno digital. En la actualidad, están cada vez más conectadas a través de dispositivos electrónicos y acceso a internet, lo que les permite tener acceso a información y servicios de manera más eficiente. Sin embargo, también puede hacerlas vulnerables a diferentes tipos de estafas, fraudes y delitos cibernéticos. 

Por ello, es importante que se promueva la educación digital entre la gente mayor, para que puedan desarrollar habilidades y competencias necesarias para hacer frente a los riesgos que puedan surgir en el entorno digital. Asimismo, se deben implementar medidas de seguridad adecuadas en los dispositivos electrónicos y en los servicios que utilizan. 

En resumen, garantizar la seguridad de las personas mayores es un deber ético y social que contribuye a mejorar su calidad de vida y a brindarles el respeto y la consideración que merecen. Es necesario implementar medidas específicas para garantizar su protección integral, tanto en el entorno físico como en el entorno digital, y fomentar la participación activa de las personas mayores en la sociedad. Además, es importante promover la educación digital para que puedan hacer frente a los riesgos que puedan surgir en este entorno.